Ser artista no paga, es lo que creen las familias, y los artistas van creciendo con esta idea.
El artista va trabajando fuertemente para encontrar un momento en que finalmente alguien decida que su arte es valioso, y le pague por el.
El artista se enfrenta a este hecho, y se transforma su percepción. Mi arte no es arte, Es trabajo porque me pagan por el. Debo hacer lo que los que pagan quieren, por eso no es arte.
El artista ahora no quiere que le paguen, le gustaría hacer arte por el arte, no porque le paguen por el.
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