Es el fin de año y la inevitable reflexión debe aparecer en cada uno de nosotros.
a que debo poner atención mientras reviso hacia atrás?
En un año tan extraño, con tantos eventos que parecen inexplicables y que en retrospectiva, nadie hubiera podido predecir en el mas loco de los sueños, me queda a mi la sensación de un año maravilloso.
Este año, 2016 me deja comprometido en matrimonio. Al principio de este año Erika y yo recogimos con cucharita las piezas de una relación que estaba en cuidados intensivos, y que con mucha paciencia y esfuerzo de los dos, empezó a dar señales de vida la primera semana de enero.
Lejos estábamos de pensar que el tiempo hacia estar juntos para siempre iba a estar tan cerca. Pero lo hicimos. Tres meses después estaba decidiendo como iba a querer el anillo de compromiso que le estaría entregando en la primera semana de abril
Formar una pareja ha sido una tarea divertida, interesante y muy gratificante. Sentir el apoyo total de Erika en cada una de las locuras que hago, unas muy locas y otras no tanto; en cada proyecto que inicio, unos que termino y otros no tanto, ha sido un aliciente para entender que debo enfrentar los días sin miedo.
Por supuesto Yogurt, mi canino amigo, mi compañero de algunas carreras, y mi oido inseparable.
Me queda de 2016 mi primer perro, mi primera relación de total bondad de parte y parte, donde debo dar todo de mi por el bienestar de un ser que se comunica conmigo solo a través de sus ojos y estando acostado a mi lado cuando estoy quieto.
Un día escribiré sobre todas las enseñanzas que ha dejado en mi este perrito, sobre todos los libros que tuve que leer para enfrentarme al reto de ser el responsable de un perro, un ser que llega a nosotros tan indefenso como un bebe, pero que rápidamente empieza a entender y a defenderse. A propósito, hoy lo vi defendiendo de un pastor Alemán un poco mas grande que el. Nada agresivo, pero firmemente le dijo al pastor Alemán donde estaba el limite de lo que es juego aceptable.
Me queda de 2016 un gran aprendizaje en mi empresa. Un año completo de retos y de proyectos nuevos que han fortalecido mi forma de ver la vida del emprendimiento.
Me queda de 2016 una lesión deportiva que me ha tenido quieto un par de meses, pero que también me ha enseñado que el cuerpo requiere mas cuidado del que le doy. Por suerte el doctor dijo que no era tan grave, y que tenia que tener paciencia. Bueno, esa paciencia me ha durado ya dos meses, y aun la lesión sigue viva. Ese cuerpo me dejo correr dos maratones, una en Italia y una en España y dos medias maratones, una en Bogotá y una en Bucaramanga
Me queda de 2016 toda una estructura de trabajo que nunca pude poner en marcha pero que siento que esta madura y ya debe ponerse en acción, así inicia mi nuevo año, o el nuevo año de mi empresa, con lo que en el mundo del emprendimiento se llama Pivot, un salto, una visión paralela que va a abrir un nuevo horizonte.
Me queda de 2016 haber descubierto un placer enorme por cocinar, para mi y para mi familia, y para mi familia extendida, aunque me haya quemado los dedos varias veces. Cocinar es un proyecto sencillo que tiene principio y tiene final y que al final te dejas saber si lo hiciste bien o si lo hiciste mal, y con el cual puedes empezar de nuevo mañana, con unos nuevos ingredientes y una olla limpia. ¿Que tal esa metáfora para un emprendimiento?
Reitero el Exito mas grande que me queda de 2016, Haber conformado mi familia, hoy representada en Erika y Yogurt, y lo que hemos conformado como hogar. Nuestro espacio decorado y formado exactamente como queremos tenerlo y abierto a recibirnos cada día.
Gracias 2016